domingo, 11 de enero de 2015

Weeding the weed.

Estaba pensando en la relación que tengo con las drogas. 

La primera vez fue en el techo de casa de una amiga, fumamos un churrito mientras sonaba Travis, eramos unos niños divirtiéndose. 

Años después en una fiesta, trague mi primera tacha. Y esa tacha fue como hilo de media... por que de ahí experimente largo y tendido. 

En mi experiencia puedo decir que ninguna droga me ha provocado un efecto tan negativo como el del alcohol, y que bajo mi propio juicio nunca deje de estar consiente de lo que hacia, en ningún momento. A su favor también puedo decir, que las drogas me ayudaron abrir mi mente, ya saben lo que nos enseñan que esta bien y lo que no. 

Si son peligrosas o no, no esta en juicio y cada vez que lo pienso me siento afortunado de que el camino no termino ahí. I mean, era tan joven y no sabía lo que hacia (creo que todavía no lo se) fue parte del breviario del que uno mismo se forja para la vida adulta. Arriesgarte a perder el control de vez en cuando me parece tan atractivo. 

El tiempo pasa y no de largo, y comentaba el otro día que como las primeras veces son las más significativas, las más vivenciales y llenas de significado. Las drogas eran el símbolo de poder experimentador con algo que me habían enseñado que era malo, fue divertido, muy gratificante durante algunos años... paso tiempo desde que deje de salir de antro toda la semana, al after o a una pool party. 

Hoy en día no podría decir que soy un consumidor, por que pueden pasar un año sin usar absolutamente nada, mi cabeza estaba en otra cosa. Creo que eso es crecer, encontrarte con algo excitante en algún punto de la vida, conocerlo, tratar de entenderlo y que se vuelva parte de ti, para tarde o temprano dejarlo ir y que una vez que  se haya ido, haya dejado algo en ti. Como las relaciones, como la carrera que decidiste estudiar o como la incesante búsqueda de sentir bienestar, lo que hoy te la da, mañana puede resultar ruidoso en un mal sentido. 

Las drogas como todo, dependen bajo el concepto en que se miren. Hay quienes las usan en el mood hardcore de autodestrucción, hay quienes las ven como una alternativa medicinal, otros sexual, y algunos como un método de conexión con un ser divino-religioso. 

De vez en cuando fumo marihuana, uso poppers o aspiro una linea. Sin que eso cambie lo que he construido al paso de los años, es una parte de mi que no quiero que se vaya, es quien he decidido ser. Es una parte de mi espiritualidad, me ayuda a tener un nivel de consciencia más elevado, a ver cosas que en la realidad de todos no puedo ver, a escuchar lo que debo escuchar.





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