Domingo, 19 de septiembre de 2010 13:04
Hace doce horas aproximadamente, me tome una piscis…un poco de esto, ayuda a que explote “rico”, se disuelve por todo el cuerpo y el movimiento se hace pesado. Tal vez un toque de PP, que causa esa sensación de vértigo (como de bajada de montaña rusa) -¿Cómo andas? Bien, todo bien. El power me dio un golpe, cuando el ritmo se detuvo, pero volvió tan pronto como el beat volvió.
El fin de otra noche, que curioso, porque mientras estaba en el antro pensaba. Pensaba en lo que la maestra de Estética dice de España, que la juventud sólo quiere drogas y antros. Pensaba en un documental que vi, también sobre España, sobre el nivel al que se escucha la música, principalmente en los antros y los i pod. Pensaba en XXX persona, que me rompió el corazón y en que tal vez si él no hubiese sido, tan imbécil, tal vez hubiese estado conmigo en ese momento. Pensaba en la primera vez que tome una droga y en cómo tan solo en siete meses, mi visón de la vida ha cambiado. Pensaba en el chico que lamentablemente falleció en el baño de VD† por el G y lo que leí en “El Blog de Lucho” respecto al G y la Pink Party. Pensaba también en un artículo que leí, de que en Grecia, la arrogancia era considerada una de las peores enfermedades. Pensaba en el wey extra-mamado que estaba enfrente de mí, en lo sexual que se ve, en el dinero que invirtió y en todo el sexo que el Sr. seguramente consigue, da igual si es la chica que está a su lado o el amigo de la chica que se ligó. No podía dejar de pensar…
Y ahora en este momento, me doy cuenta de lo estúpido que soy.
Porque no se en que estoy pensando, si estoy sobrio en clase o si estoy en tacha en medio de otros weyes sin playera. No me cabe en la cabeza como si todos los días, veo en los noticieros que México, mi país, está en una constante lucha contra el narco (independientemente de cualquier postura política) sigo contribuyendo a que se comercialice, más que con sustancias, con personas que pierden sus vidas y con toda la violencia que genera para personas, que tal vez ni vela tengan en el entierro. Porque es “fácil” dar XXX pesos por tus “dulces”, porque en ese momento no te pones a pensar, en todo lo que tuvo que pasar esa pastilla, para llegar a tu boca y digo cada quien toma sus decisiones, pero no hay que pensarle mucho para saber, que todo trae una consecuencia.
Siempre he estado en pro de vivir, vivir lo que cada ser elija vivir. Desde seguir una religión, que encierra todo tú mundo, por que dicta como debes vivir, te brinda una cosmovisión ya procesada por alguien más y vives siendo fiel a eso. O dedicarte al arte, de una manera devota, porque el arte es sobre ideas, valores es humano y por lo tanto brinda valores con los que riges tu vida. El punto es que estas personas han elegido, una forma de vida que más brindarte identidad, te da un sustento en el cual creer, en el que te puedes apoyar cuando por una o por otra razón te da el bajón.
Y me pongo a pensar en esto porque durante la madrugada de hoy, miraba a la gente que llenaba la pista, que bailaba con algo de apatía, porque tal vez la música electrónica no es de su gusto al 100%, otros “perdidos” que yo creo que ni ellos mismos sabían bien que hacían ahí y el resto éramos frecuentes en los antros, que sabemos que gritar y saltar es cool cuando la cámara de humo se entona con el beat, cuando entre nosotros nos avisamos para poder inhalar sin que el de seguridad ande cerca, cuando entiendes que ese chico de lentes quiere presentarte a su novio… Pero a raíz de alguna clase, me han invadido mil preguntas.
¿De qué va el circuito?
¿Quienes son sus iconos?
¿A qué personas les gusta?
¿Adonde me va a llevar esto?
Hace doce horas aproximadamente, me tome una piscis…un poco de esto, ayuda a que explote “rico”, se disuelve por todo el cuerpo y el movimiento se hace pesado. Tal vez un toque de PP, que causa esa sensación de vértigo (como de bajada de montaña rusa) -¿Cómo andas? Bien, todo bien. El power me dio un golpe, cuando el ritmo se detuvo, pero volvió tan pronto como el beat volvió.
El fin de otra noche, que curioso, porque mientras estaba en el antro pensaba. Pensaba en lo que la maestra de Estética dice de España, que la juventud sólo quiere drogas y antros. Pensaba en un documental que vi, también sobre España, sobre el nivel al que se escucha la música, principalmente en los antros y los i pod. Pensaba en XXX persona, que me rompió el corazón y en que tal vez si él no hubiese sido, tan imbécil, tal vez hubiese estado conmigo en ese momento. Pensaba en la primera vez que tome una droga y en cómo tan solo en siete meses, mi visón de la vida ha cambiado. Pensaba en el chico que lamentablemente falleció en el baño de VD† por el G y lo que leí en “El Blog de Lucho” respecto al G y la Pink Party. Pensaba también en un artículo que leí, de que en Grecia, la arrogancia era considerada una de las peores enfermedades. Pensaba en el wey extra-mamado que estaba enfrente de mí, en lo sexual que se ve, en el dinero que invirtió y en todo el sexo que el Sr. seguramente consigue, da igual si es la chica que está a su lado o el amigo de la chica que se ligó. No podía dejar de pensar…
Y ahora en este momento, me doy cuenta de lo estúpido que soy.
Porque no se en que estoy pensando, si estoy sobrio en clase o si estoy en tacha en medio de otros weyes sin playera. No me cabe en la cabeza como si todos los días, veo en los noticieros que México, mi país, está en una constante lucha contra el narco (independientemente de cualquier postura política) sigo contribuyendo a que se comercialice, más que con sustancias, con personas que pierden sus vidas y con toda la violencia que genera para personas, que tal vez ni vela tengan en el entierro. Porque es “fácil” dar XXX pesos por tus “dulces”, porque en ese momento no te pones a pensar, en todo lo que tuvo que pasar esa pastilla, para llegar a tu boca y digo cada quien toma sus decisiones, pero no hay que pensarle mucho para saber, que todo trae una consecuencia.
Siempre he estado en pro de vivir, vivir lo que cada ser elija vivir. Desde seguir una religión, que encierra todo tú mundo, por que dicta como debes vivir, te brinda una cosmovisión ya procesada por alguien más y vives siendo fiel a eso. O dedicarte al arte, de una manera devota, porque el arte es sobre ideas, valores es humano y por lo tanto brinda valores con los que riges tu vida. El punto es que estas personas han elegido, una forma de vida que más brindarte identidad, te da un sustento en el cual creer, en el que te puedes apoyar cuando por una o por otra razón te da el bajón.
Y me pongo a pensar en esto porque durante la madrugada de hoy, miraba a la gente que llenaba la pista, que bailaba con algo de apatía, porque tal vez la música electrónica no es de su gusto al 100%, otros “perdidos” que yo creo que ni ellos mismos sabían bien que hacían ahí y el resto éramos frecuentes en los antros, que sabemos que gritar y saltar es cool cuando la cámara de humo se entona con el beat, cuando entre nosotros nos avisamos para poder inhalar sin que el de seguridad ande cerca, cuando entiendes que ese chico de lentes quiere presentarte a su novio… Pero a raíz de alguna clase, me han invadido mil preguntas.
¿De qué va el circuito?
¿Quienes son sus iconos?
¿A qué personas les gusta?
¿Adonde me va a llevar esto?
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