jueves, 13 de enero de 2011

Ciudad de México

Distrito Federal 8.839.361 habitantes. Que a diario saturamos la ciudad, en las mañanas las avenidas están atiborradas de autos que van en todas direcciones, cientos de capitalinos buscando llegar a su lugar de trabajo, niños y adolescentes uniformados cargando mochilas en dirección a la escuela. Por la tarde las fondas en su mayoría se llenan de oficinistas, ya puedes ver a los niños corriendo por los parques y en muchos lugares se puede observar la telenovela de las seis. Una vez situada la noche el tráfico vuelve a ser protagonista, filas interminables a la vista de luces blancas y rojas, la cara de algunos ya es de agobio total, mientras que otros van camino a una noche de diversión.

Cuando abrí los ojos eran las 9:30 am (aproximadamente) estaba en cama desnudo y me dolía la cabeza, veía borroso a mi alrededor, lo vi y lo primero que pensé fue “mi mamá me va a matar” me levante y revise mi teléfono y no tenía ninguna llamada ni mensajes tampoco. Hoy la mañana fue cruda el cielo estaba gris y hacía mucho frio, hoy la mañana fue cruda, tenía tanta sed…

Recuerdo lo que fue la última noche… como muchas otras veces lo he hecho me arregle. Me duche, me rasure y perfume todo mi cuerpo, me puse mis jeans, una tank-top y mi insuperable adidas. Puedo describir el lapso de tiempo entre las 10 pm y 1 am como “aburrido” Nos fuimos al bar y nos sentamos a tomar algunas cervezas, brindábamos por todo lo que se nos ocurría. Una vez mareado lo vi, ahí estaba con los músculos bien definidos, entendí rápidamente la señal de su mirada “la práctica hace al maestro” así que cuando se quedó solo en la pista, me acerque y el paso su lengua por mis labios.

Salimos y Raz se despidió de mí, me subí al taxi… como buen diseñador debo tener referencias visuales para todo y se me vino a la mente ese comercial que hay en la zona rosa que dice “Mañana te llamo, eso fue lo que él dijo” No puedo permitirme ser inocente en la ciudad de México, por lo que es difícil que crea en esas frases de “Me gustas, de verdad me gustas” No puedo creer que porque me tome de la mano, eso llevara a otra cosa. No puedo permitirme sentir celos de que más de uno se lo coma con la mirada mientras me está besando WTF???

Hay algo en los venezolanos que me encanta no sé si es su acento, las palabras que usan, como hablan de mi país, su forma de comportarse, porque de alguna manera hallo más confidencialidad en ellos que entre la gente de la ciudad. Mientras mordía mi labio inferior con fuerza, el taxi recorría viaducto a alta velocidad y pronto llegamos a su departamento, confieso que como habitante de la ciudad soy muy desconfiado, sentí un poco de miedo de entrar a su departamento, cuando vi la puerta abierta ya estaba preparado para lo que vendría y de pronto escuche un “estás en tu casa”

Cuando se quitó la playera a la luz del cuarto pude ver a detalle sus tatuajes, se metió al baño y empecé a quitarme la ropa. Si soy honesto estoy un poco aburrido, de ese ritual de ir al antro y ligarte a alguien para irte a coger más tarde, porque para empezar en los antros hay pocos hombres que me gusten (y si los hay están ocupados o son demasiado arrogantes) y en segunda pocas personas están conscientes que un acostón es solo eso y no hay más. Me sentí como si fuerá el protagonista del video de Bad Girl de Madonna.

El sexo fue bueno me gustan los hombres que actúan como hombres todo el tiempo, su forma de besarme, de manejar mi cuerpo, sabe exactamente lo que hace, mientras recorría mi espalda con su boca pensaba en las posibilidades que habían para yo estuviera ahí. Cada vez que volteaba a verlo me sonreía, no se cansaba de decirme “me gustas” sinceramente esperaba que ese venezolano, comenzara a convertirse en un monstro con el paso de los minutos. Después de bañarme me acosté a su lado y le dije que quería dormir y apago la luz…

Un jueves a las 9:30 de la mañana comúnmente estoy en clases, para esa hora ya habría desayunado, atravesado la ciudad del sur hasta Polanco, estaría sentado en mi lugar aseado y con la computadora frente a mí. Pero este jueves no fue así, desde que me desperté me dolía la cabeza, me dolía la espalda y seguía un poco mareado. Cuando me asome por la ventana vi el WTC, el cielo gris y millones de autos parados, me puse mi ropa interior y me metí al baño.

Quería vestirme y salir de ahí pero estaba mareado y tenía sueño. Cuando Alejandro (así se llama) me vio me pidió que volviera a la cama… Me acosté de nuevo y me quede dormido, cuando volví a despertar vi un dragón con las alas extendidas, tatuado sobre su espalada. Estaba nervioso porque tenía que llegar a mi casa, me levante y me vestí. Me despedí, pero él me pidió que me quedara con el todo el día, me abrazo y trato de meterme a la cama de nuevo, me besaba entre sueños, pero ya no quería estar ahí.

A las 10 de la mañana hacia mucho frio, veía pasar a la gente de prisa por todos lados, no sabía cómo iba a llegar a mi casa, cuando llegue a Insurgentes me subí al metrobus y cuando lo pensé había dejado a un hombre en cama que pedía pasar el día conmigo por estar en mi cama durmiendo solo. Es solo que no quiero depender de nadie… y él se ve como esos hombres con los que fácil caigo.

Distrito Federal 8.839.361 habitantes. No se con cuantos me he involucrado, no sé si los volveré a ver, no sé si entre todas esas personas hay alguien para mí. Que más que gustarme físicamente provoque algo dentro de mí, que me haga esperar una llamada un mensaje, que tenga el poder de hacerme olvidar el mundo cuando este a su lado. Cada vez me parece más difícil… que frio hace en la mañana que te diste cuenta que has escogido caminar solo por la ciudad.


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