El sábado pasado nos rompimos algo más que lo que teníamos...
Hace tres años, en el segundo semestre del año mientras caminaba borracho por Bellas Artes, "alguien" me rompió por primera vez el corazón y aun que nunca quizo jugar con etiquetas, yo sentí un dolor qué pocas veces he sentido.
Hace ocho días, oficialmente me di cuenta de la persona en la que me he convertido.
Abril.
Hace 23 años en algún lugar de la ciudad de México, una mujer de 29 años se estaba metiendo a bañar, ella sabia que pronto iba a pasar. Tomo la maleta que había hecho tiempo atrás y abordo el taxi que la llevaría a su destino.
Esa mujer antes ya había vivido algo similar, no era la primera vez que estaba en esa situación. Tal vez pudo planificar el tiempo mejor, prever cosas que antes desconocía, el miedo a lo desconocido esta vez se reducía por el bienestar de alguien más.
Con el tiempo aprendió a cocinar, planchar, dibujar y ser un poquito más paciente cada día. No fue fácil tomar las riendas y tomar decisiones que nadie te puede decir si están bien o mal, debió estar dispuesta a aprender que a una niña no se le deja cuidando la leche en el fuego o de revisar si el pantalón blanco estaba blanco para el lunes.
Muchas mañanas de despertarse temprano, preparar desayunos y tener los libros listos, para evitar correr en tacones y por las noches comprar leche de fresa y pan dulce. Mientras que se dejaba a si misma en segundo plano. ¿Qué había de ella? ¿Qué quiere? ¿Cómo se siente?
Muchos abriles pasaron, al parecer cada primavera es menos primavera por el calentamiento global. Pero ella me lo ha dicho, el trabajo que comenzó hace 29 años esta cerca de terminar, si esta bien o mal, prefiere decir que esta orgullosa de tener dos profesionales (casi dos).
Diseño.
Recuerdo bien siempre saber que es lo que quiero:
Cuando tenía 5 años me llevaban a clases de pintura al aire libre.
A los 12 ya sabía la diferencia entre Surrealismo y Dadaísmo.
A los 14 tomaba clases con Mónica Dower en su departamento en la Condesa.
A los 15 entre al INBA a estudiar, teatro, música, literatura, artes plásticas y danza.
A los 16 deje la pintura y me dedique a la danza por cuatro años.
A los 20 me gradué en Bellas Artes y deje la danza.
Después de eso entre a estudiar la Licenciatura en Diseño de Moda, han pasado cuatro años y estoy a un mes y medio de terminar el último semestre.
¿Y después?
No sé en que orden, pero quiero vivir un tiempo fuera del país (Londres), quiero tener muchas parejas sexuales hasta sentirme vacío (bueno esa creo que ya), desarrollar mi lado espiritual, aprender a manejar, vestir a alguien famoso, tener un perro, tener un jardín japones, ver el Bolshói en Rusia, quiero enamorarme de alguien a quien encuentre en diferentes etapas de mi vida y seguir enamorado de él, quiero regalarle una casa a mi mamá, consentir a mis sobrino(s), ir al Louvre, desconectarme del mundo en una playa virgen por unos días, ir a un runway de John Galliano, ir a un auto-cinema, quiero tatuarme, tener un cuerpo de escultura griega, quiero ver al David de Miguel Angelen vivo, quiero ver las playas Italianas, tener un diamante, tener una navidad con nieve, aprender hacer sushi (real), quiero decirle a la gente de mi país que si se puede vivir de la creación.
Una por una.
El sábado pasado cometí un grave error y estoy pagando por ello.
Pero en la búsqueda de ser quien quiero ser, cometo errores unos mayores que otros. El sentido de la fidelidad tomo otro rumbo y aun que según yo no te quería, me has sacado varias lagrimas y una gripa marca diablo. Te deseo lo mejor.
Jonathan nos dimos una buena lección, mientras me recupero de mi pseudo depresión de cuatro días sin bañarme, me deseo feliz cumpleaños.
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