viernes, 19 de noviembre de 2010

Oragnico

Filippo Tommaso Marinetti, idealizó el "Futurismo" en 1909, buscaba romper (o añadir), nuevos significados al arte en general. Con este manifiesto, inicio la época de los "ismos". Tal vez sin tener la menor idea, de que la adoración a la indusrialización contribuiría a que años más adelante, el "futurismo" fuera previsto con coches voladores, androides al servicio de los humanos y una arquitectura provista de "High-Tech" entre otras tantas cosas.

Cuando el futuro nos alcanzo, resultó que la imaginación de artistas como Stanley Kubrick en "2001: A Space Odyssey" o la de Ray Bradbury en "Fahrenheit 451" dislumbraban una estetica que se quedaba corta con la realidad. Por que más alla deque los autos sigan usando ruedas o que se siguan construyendo casas tradicionales. El futuro se presento con otras inquietudes, que para la gran mayoría jamás imagino serían los temas centrales, del futuro.

Kandinsky decía que una de las caracteristícas del arte, es que tiene que ser hijo del presente #WTF? Sólo las generaciones actuales, pueden realmente visualizar el futuro, por que el futuro NUNCA llega. Alexander McQueen materializó el futurismo actual, de una forma tan grande... "Plato's Atlantis" la última colección que presento en vida, para el Spring-Summer 2010 Ready to Wear, sintetiza la actualidad.
Björk también llega a concentrar todas esas ideas, de una forma mucho más abstracta, que si bien los temas que toca pueden ser desde muy organicos como en Vespertine.

Y resulta que como erroneamente se pensaba en los 60´s el must have, no es ir a la Luna, ni tener un hijo "meca". El presente quiere de más naturaleza, en su forma más primitiva y de mejorar las relaciones entre humanos. El futuro siempre será indesifrable, aun para las mejores tendencias de moda, para los artistas más intelectuales o para los que sueñan con la vida en alta tecnología.

Escribir sobre el futuro, me invade mis ideas, porque con el día a día me gusta imaginar, sobre ¿Quién seré en el futuro? ¿Cuando me llegará el amor? ¿Cuantos días faltan para ir a Londres? ¿En que trabajaré? ¿Seré feliz con las elecciones que he tomado? ¿Aprenderé a dejar de pensar tanto?

El futuro nunca llega. Así que dentro de 10 años (si sigo vivo) no sabré las respuestas a esas preguntas, Londres esta en el futuro y pisar su calles no implica estar ahí, estar es mucho más complejo. Así que en lugar de pensar en el futuro, no me queda más que seguir viviendo.

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