Bloc de notas - 5 dic. 12:59 a.m.
¿A dónde se va la tristeza una vez que apagas la luz para dormir y ya no esta ahí?
¿A dónde se va la ansiedad de ser posiblemente abandonado por esa persona que te empieza a gustar una vez que perdió tu interés?
¿A dónde van nuestros viejos "yo" una vez que te has dado cuenta que ya no eres el mismo?
El dolor enseña, es firme, es constante, es real. Ya casi dos años de esa fatídica noche en la que una versión anterior de mi se murió. ¿O se escondió?, la vida es mucho más que una relación que te dolió, te enseñó y trajo nuevas maneras de ver la vida. Así han pasado los días y ha sido un largo camino, ahora puedo ver de lejos, lejos del enojo y lejos de la tristeza de ver como todo se fue a la mierda. Ahí estaba yo. Esperando ver florecer jacarandas en invierno, que la noche se convirtiera en día y llego... Soy otra persona, tal vez ahora pienso dos veces las cosas, soy un poco más paciente y mucho más hermético.
¿Aun hay nuevas emociones después de los 30? Las hay. De vez en cuando entre a leerlo y ya no me pongo nervioso, ya no le deseo el mal (LOL). Y no me malinterpreto pero también estoy lejos de desearlo como alguna vez lo hice. Es como visitar una zona de guerra después de un ataque con armas masivas. ¿Qué sobrevive en su esencia?, ¿Por qué la vida tiene que ser tan hija de puta? Ahí estoy yo, entre las ruinas siendo testigo de como la vida comienza a nacer de nuevo, con vicios que nunca se irán y por otra parte con nuevos conocimientos.
Lo repito. Ya no le deseo el mal, ni el bien, ni nada. Solo observo y aun soy capaz de leerlo entre líneas, como ahora escuchas a mi cantante favorito, las referencias visuales que ahora tienes y estoy casi seguro que algunos días despiertas con ese sentimiento de añoranza cuando vez la otra almohada en tu cama vacía. Sabes, sabemos que lo dejamos morir.
Y ahora me encuentro en un camino extraño. Hace rato que le doy la vuelta a la intimidad, me rehusó a querer despertar con alguien, hacer las cosas simples que tanto me gustan... ir al super en domingo, cocinar, fumar marihuana, ver una película en el sillón con una cobija encima o cantar canciones que no son populares en el carro. Me convertí en un arquitecto construyendo muros para que nadie pueda pasar. Ahora el camino es confuso, saber diferenciar entre lo que es real y lo que parece real pero no lo es. Palabras vacías, cariño atreves de una app.
Me quiero dejar llevar pero ya no tengo 20 años, ni 25, ni 30.
"Arrieros somos y en el camino andamos."
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