miércoles, 12 de noviembre de 2014

Sobre el cambio y lo orgánico de vivir.

Sobre Calzada del Hueso a las 7.30 pm, podías oler mi perfume. 
Solía subir a tu carro, y poner mi mano sobre tu pierna, tu manejabas mientras me preguntabas: 
-"¿No quieres poner tú música?" 

El 14 de Febrero fuimos a la cama, recuerdo besarte y ponerme encima de ti. Recuerdo sentirte, la temperatura corporal, la fuerza de tus movimientos, la poca luz que entraba por la ventana... recuerdo que de pronto vi sangre.

Estaba enojado, lleno de una rabia incontrolable, como si dejara de ser yo... Te levantaste de la cama, me preguntaste si estaba bien. Hace años que no me salía sangre de la nariz, recuerdo querer hacer un momento eterno, la temperatura a tú lado siempre era verano en Playa del Carmen. 

El sábado tomábamos Indio, bien fría. 

Caminar sobre Reforma en Diciembre/Enero, con la nariz roja por el frío. El árbol de navidad, cerca de la Palma cada año es más feo. 

Un día estaba camiando por Santa María La Ribera, hacia mucho calor pero mis mejillas estaban frescas, recuerdo que se me salieron unas lagrimas cuando el nombre de una farmacia.

¿Qué nos da identidad? La licenciatura en diseño que tengo, la música que escucho, los museos que visito, los amigos que tengo o el tiempo que dedico en ir al gimnasio. 

Cuando ya no estabas cerca me sentí más perdido aún de lo que me sentía.

Aprendí que eso es lo que nos define, los momentos en los que solo estas tú.

Los días hoy son tranquilos, a veces aburridos, a veces me siento de veinte otra vez.
Asi soy en día random, una relación entre sentirme profundamente triste y ponerme al día con quien fui. 

A veces no me dan ganas de levantarme de la cama, pero desde que me estoy suplementando el gimnasio volvió a tomar importancia y con ello, el comer bien y por lo tanto levantarme temprano y cocinar. 

La vida me toma en curso, con las tardes de sol en la ciudad.