Dicen que la música es lo que te hace imaginar cuando la escuchas. Si bajo esa idea regimos la definición de música, el nuevo disco de Daft Punk es una película de ciencia ficción que se desarrolla a mitad de los 70´s principios de los 80´s, tal vez en el Studio 54, que junto con efectos visuales impactantes cuenta una historia de amor, mejor descrito como nostalgia.
Nostalgia, es el sentimiento que mejor (desde mi punto de vista) describe el RAM. Tras crear himnos de la electrónica contemporánea, el dúo francés se da un respiro y baja la intensidad de las secuencias y nos da un material más que conceptual, ofrecen un trabajo lleno de emociones que con o sin vocales son bien transmitidos.
Giorgio Moroder, justifica 9:04 minutos de un viaje por su vida, en el track que bien podría ser el leitmotiv del álbum, Giorgio by Moroder. Es una síntesis de la historia de la música electrónica con sus antecedentes (Donna Summer, ABBA, Michael Jackson) hasta los últimos minutos en los que las guitarras electrónicas dejan zumbando las bocinas del reproductor.
En The Game Of Love, los sintetizadores son usados de la manera más humana posible, es como un androide llorando por amor (win), logrando así un track hermano con Within. Instant Crush en voz de Julian Casablancas (The Strokes) es una de esas canciones que desde el primer momento en que la escuchas mueve algo dentro de ti, esa es obligada, te guste Daft Punk o no.
El lado festivo del álbum parece estar a cargo de Pharell Williams con el corte promocional Get Lucky y el mejor track logrado Lose Yourself To Dance, que nos llena la mente de imágenes como los Jackson 5, los excéntricos escenarios de Warhol o la estética creada por Grace Jones.
En general es un disco que recomendaría ampliamente, para aquellos que esperaban un sonido agresivo y lleno de beats, es muy probable que se lanze una re-edición del álbum en remixes. Pero mientras cierren sus ojos y déjense llenar de nostalgia.
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