En Diciembre del 2009 fui a una fiesta, me llevo un "amigo" que ya me había dejado claro que no quería ser mi amigo.
Me sentía incomodo, no soy alguien a quien le consideren "sociable", casi no tomo y cuando alguien se acerca hablar conmigo me limito a pintar una sonrisa forzada... Yo sabía que el iba a estar ahí, desde que lo vi la primera vez, me sonrío. Al salir del baño me encontré a mi "amigo" hablando con él, me acerque y me lo presentaron. Raziel usaba una Adidas de piel negra, se veía cansado pero con ánimo, nos dimos la mano y nos limitamos a sonreír.
No sabría como describir a Raziel.
Al principio íbamos juntos a entrenar, el quería bajar de peso y yo subir. No puedo negar que al inicio de nuestra relación, Raziel y yo lo intentamos. Después de descubrir que no teníamos afinidad sexual, él y yo cambiamos la frecuencia y nos dimos la mano, para apoyarnos el uno en el otro.
Raziel y yo nos besamos, dormimos juntos, caminamos, lloramos, reímos, peleamos, nos drogamos, bailamos, odiamos, nos tuvimos cerca y aprendimos a distanciarnos, gritamos, nos vimos en acción (involuntariamente)... en pocas palabras vivimos juntos.
Él se convirtió en la persona a la que no le guardas secretos, no te da pena dejarte ver cual eres. La vida pasa muy rápido y a veces damos por hecho cosas.
La primera vez que use drogas el estaba ahí, cuando nos quitábamos la playera en algún after a las 10 am, las albercas en Cuernavaca en verano, las tank tops rotas en el gimnasio, los poppers en el baño de VD+, Offer Nissim, el Jack Daniel´s en calzones en domingo, intercambio de ligues en el antro, los desayunos en mi casa, caminar Bucareli a las 4 am, el Monster Ball Tour, el G Music Fest y la keta, nuestro propio lenguaje.
Si puedo confesarme, me gustaría poder decir que una parte de mí se siente culpable, de alguna manera siento que te corrompí. Cuando no querías ir a las fiestas en Cuernavaca por que te sentías inseguro de tú cuerpo y yo te animaba, o que tu uso de drogas fuera para seguirme el paso, que hayas salido con más de uno al mismo tiempo y yo lo aplaudiera, que te alentara a dejar de ser quien eras para convertirnos en alguien nuevo.
¿Si valió la pena? No me arrepiento de nada querido Raziel, cada vez que recuerdo estas palabras:
"Yo le rogaba a Dios por un amigo desinteresado, un amigo de verdad y entonces te mando a ti"
Se me hace pedazitos el corazón, se me llenan de lagrimas los ojos y me hace sentirme dichoso, de que alguien en el camino, me llamo AMIGO, por el placer de hacerlo.
Aun que los últimos meses nos alejamos al punto de desaparecer, los dos sabemos que nunca nos abandonamos "Sabes que no te dejo solo" me escribiste en Facebook, yo sabía que tu estabas ahí y recuerdo bien que la última vez que te vi en el gimnasio te dije que te quería y tú me respondiste que estabas contento por que yo había conocido a Yoyo.
Y no se... Los dos se querían conocer y nunca se pudo.
Me tendiste la mano cuando más inseguro me sentía, me enseñaste que el significado de "amigo", me ubicaste muchas veces, me amaste por el simple hecho de amarnos uno al otro.
Todavía siento que fue ayer cuando saltabamos en Living escuchando a Marco Da Silva.
Amigo, donde quiera que estés sabes que mi amor te cobija, aprendimos a ser jóvenes y estúpidos juntos, aprendimos a amar y desapegar. Eso es la vida.
Gracias por todo Raziel, hasta luego hermano. Te amo.