Vogue 1992.
Qué fácil es olvidar lo bueno, lo que es sencillo pero bueno.
Una mañana desperté y todo lo que he querido de este mundo, estaba fuera de mi vida. Es mi responsabilidad llenar mi vida, de las cosas que con el paso del tiempo fui conociendo, de lo simple de hojear una Vogue que encontré en el pasillo de la casa a la edad de cinco años a entender lo complejo de las fibras textiles. En el inter pasaron muchas cosas.
Cuando era un niño pasaba horas mirando Vogue, causaba algo dentro de mí, algo que sería difícil explicar. La actitud de las modelos, el sexo implícito en la mercadotecnia, la feminidad subrayada como un objeto de poder, esa sensación de vivir en lujo o tal vez sea la magnífica creatividad de aquellos diseñadores de finales de los 90´s.
A veces con una pluma remarcaba la silueta de mis looks favoritos, a veces las recortaba y las pegaba en un cuaderno junto algunas anotaciones y otra veces tomaba alguna Barbie de mi hermana para copiar el vestido con algún pedazo de papel que encontraba por ahí. Otras veces cuando me sentía lo suficientemente inspirado hacía algún dibujo, copiando alguna prenda que me enloqueciera.
El tiempo no se detiene y pronto pase de ser el niño curioso ha de verdad dedicar largo tiempo a mirar a Galliano saliendo de alguna luna o esfera disco para despedir aquellos desfiles teatrales de Dior. Galliano inspira mi vida, lo hacía cuando tenía ocho años, mis ojos no podían procesar tanta belleza en una sola persona, no sabía de donde obtenía ideas tan originales, ni como ese sujeto podía ser tan freak y a la vez ser capaz de cre(creer)ar tanta belleza.
A los diez años era capaz de llenar cuadernos enteros de dibujos con looks copiados de los desfiles de Dior, algunas siluetas sin color o quedar perplejo por el maquillaje de ojos orientales y bocas casi inexistentes--- De alguna forma mi mamá pensó que eso no era normal en un niño y me mando al psicólogo.
La psicología estudia el comportamiento humano, eso me queda claro y como toda ciencia tiene diferentes formas de llegar a obtener resultados óptimos. A los diez años me sentaba hablar del porque me causaba tanto placer sentarme a leer una revista para mujeres--- Razones: “No sé, nada más gusta ver todo lo que ahí aparece”. Pronto mi mamá me comprendió y me metió a clases de pintura al aire libre, las cuales me dieron algunas de las mejores tardes de mi vida.
Con el tiempo esas clases de pintura terminarían en un montón de ideas para el futuro. Hubo un tiempo en el que mi psicóloga, me cuestionaba de la visualización del futuro----- Un montón de ideas que flotaban en el aire y de las cuales no quería, ni sabía cómo concretar en palabras. Era fácil sentir lo que quería pero no sabía cómo expresarlo.
El futuro llego muy rápido y puedo decir sin temor a equivocarme que elegí bien. Yo estoy hecho para esto, mi vida no podría ser otra, esta elección contiene todo lo que amo, lo que se hacer y lo que necesito para vivir. La moda me ha alimentado potencialmente, en forma de conceptos, de entender la arquitectura del cuerpo humano y de saber manejar el mundo a tu modo.
Todo este speech viene al futuro… Me falta un año de licenciatura, me queda un año de vivir como lo he hecho durante toda mi vida, de hacer tareas y de tener vacaciones dos veces al año. Es obvio que el futuro me alcanzo otra vez y esta vez sigo con una imagen de mí, de cómo es el Erick de los próximos años.
Don´t Leave Home.
Erick 2020, es un adulto que dejo la casa de mamá, el desayuno con café caliente en la mesa, la ropa limpia y la cama tendida al regresar de la escuela, el gimnasio en las tardes y los berrinches cuando no me quieren dejar salir en domingo en la noche. Erick dejo la casa que lo vio crecer.
Ser un adulto es elegir por voluntad y no por necesidad. El tener un bebé a los dieciocho no te vuelve adulta, ni trabajar para pagarte la borrachera de los fines de semana, el tener sexo no te hace responsable. Ser adulto es aprender a amar, amar de lejos y estar firme a tu educación. Los valores y la carrera que elegiste se quedaran contigo hasta el día en que des tu último aliento.
En el camino de ser un adulto encontré muchas opciones, probé muchas de ellas. El sexo con X cantidad de hombres, en muchos lugares. Use drogas, fume marihuana en las canchas de la prepa, PP en el sexo con dos hombres. La falta de valores me dejo en la cruda moral más grande que haya experimentado. Y cabe decir que no me considero un adulto… todavía no.
El futuro se construye ante mis ojos, cada vez que recorro mi ciudad, cuando mis amigos vienen a visitarme, la forma que tengo de andar en las calles en la madrugada. El futuro me está tendiendo nuevas visiones: Un viaje. El más grande viaje jamás hecho antes.
Quiero ver la vida de otra manera:
“Las personas sabias aprenden de cada individuo, y aprenden más de sus propios defectos y oscuridad.
No evites tu negatividad, en lugar de ello, observa qué viene a enseñarte.”
Yehuda Berg
No quiero ser el chico que se compra un auto del año y gasta sus quincenas en cambiar su celular, ni el que habla del “mundo” por haber visitado USA, no quiero ser el wey que va al antro a enamorarse cada finde, no es mi estilo. La vida es corta y el mundo está ahí para descubrirlo una y otra vez.
Quiero dejar la comodidad de esta cama, para ver que hay allá fuera--- Aprender a reírme bajo la lluvia, como alguna vez lo hice.